No es una receta complicada, un poco laboriosa sí pero creedme. MERECE LA PENA.
No me enrollo más y empezamos.
Para la masa necesitaremos:
- 60 gramos de leche tibia
- 14 gramos de levadura fresca de panadería
- ralladura de un limón
- ralladura de una naranja y 20 gramos de su zumo.
- 50 gramos de mantequilla derretida
- 3 huevos L
- 200 gramos de puré de calabaza
- 8 gramos de esencia de azahar
- 100 gramos de azúcar
- 650 gramos de harina de fuerza
- 4 gramos de sal.
Deshacemos la levadura en la leche tibia (tibia no caliente). En el bol de nuestra amasadora volcamos el azúcar con los huevos, uno a uno, los integramos, echamos la mantequilla, las ralladuras, el zumo, el puré de calabaza, la esencia de azahar sin dejar de batir con cuidado, la leche con la levadura y la mitad de la harina con la sal. Cuando ya esté la mezcla homogénea cambiamos el gancho de mariposa por el de amasar y volcamos el resto de la harina. Amasamos bien durante 30 minutos.
Por supuesto lo podéis hacer manualmente echando todos los ingredientes en un bol grande con la harina a modo de volcán echando los ingredientes en el centro y amasando poco a poco pero si tenéis la comodidad de disponer de una amasadora o similar es mucho menos laborioso.
Una vez la masa lista, retiramos la masa y la colocamos en un bol grande previamente aceitado. Tapamos con film osmótico ( aceitado también la parte que da hacia el roscón) y reposamos la masa toda la noche en la nevera. Al día siguiente la sacamos, dejamos que se temple un poco y ó bien damos forma de roscón o hacemos brioches individuales como he hecho yo en este caso de unos 35 gramos cada uno.
Cortamos la porción, aplastamos la masa, introducimos los bordes hacia dentro, boleamos y dejamos reposar en una bandeja preparada ya con papel de horno.
Dejamos reposar hasta que doble su volumen. Pintamos con huevo batido y decoramos con frutas glaseadas y azúcar remojado.
Precalentamos el horno a 180 grados y horneamos alrededor de 10-12 minutos. Hasta que nuestros bollitos adquieran un tono dorado. Sacamos y dejamos enfriar por completo.
Con esta receta os salen unos 30 mini roscones por lo que podéis congelar una vez horneados y enfriados los que no vayáis a consumir y se os conservan perfectamente para otro día.
Para la crema Chantilly
- 600 gramos de nata con un 35% de materia grasa.
- 90 gramos de azúcar glass tamizado
- 1 cucharita de esencia de vainilla.
Para asegurarnos de un buen resultado es importante tener el bol, las varillas y la nata bien frios antes de comenzar. Yo suelo dejar la nata en la nevera y 15 minutos antes meterla en el congelador. El bol y las varillas para montarla lo dejo una hora en el congelador y si utilizáis de metal mucho mejor.
Una vez todo frío metemos en el bol la nata y el azúcar glass tamizado y batimos hasta montar, cuando ya esté casi casi introducimos la cucharita de esencia de vainilla. Mucho cuidado con no sobrebatir porque podría estropearse. Cuando consigamos una nata firme estará lista, dejamos de batir y la metemos en la nevera.
Podemos rellenar los rosconcitos y dejarlos en la nevera hasta consumirlos pero yo prefiero guardarlos en una bolsa o preparados ya en una bandeja antes de comer sin rellenar porque así estarán tiernos tiernísimos y rellenarlos justo antes de servirlos con una manga pastelera y una boquilla.
Sólo de imaginarlo se me hace la boca agua.
Un poco largo el post de hoy pero... Un triunfo asegurado.
Muchas gracias por vuestros comentarios, me encanta leeros. Cualquier duda estoy disponible.
Un besito a todos y me despido hasta el año que viene. Disfrutar mucho lo que queda de las navidades y os deseo un felicísimo 2016.
Cris Marco
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